Especies extintas en México

El caso más lamentable es la extinción del oso mexicano, este mamífero carnívoro fue extinto oficialmente en 1964 cuando rancheros de Chihuahua mataron a los últimos veinte ejemplares que existían en la Sierra Madre Occidental, fue un trofeo para los rancheros y cazadores pero una desgracia para la fauna de México, ya que la justificación del exterminio de la especie era la protección del ganado y la expansión de la industria maderera aunque se piensa que aún hay algunos sobrevivientes en zonas abruptas de la sierra.

Especies extintas en México

El sapo dorado fue uno de los anfibios que habitó en los bosques templados del sur de México (partícularmente en Chiapas) y la especie se extendió hasta Panamá, siendo Costa Rica donde se encontró el último sobreviviente de esta especie. Desde 1989, no se ha avistado ni registrado un solo I. periglenes en ninguna parte del mundo, por lo que la especie ha sido clasificada por la UICN como extinta. Su repentina desaparición es citada como parte de la disminución de las poblaciones de anfibios, que pueden ser atribuibles: al cambio climático provocado por el calentamiento global, una epidemia de hongos específicos de anfibios, o de otros factores, combinados o independientes.

El carpintero imperial (Campephilus imperialis) es considerado por la IUCN como en peligro crítico. A este pájaro carpintero no se le ha visto vivo con registros fiables desde 1956, se piensa que la destrucción de su hábitat más la caza ha llevado a ésta especie a la extinción. A pesar de que el último registro confirmado en Durango fue en 1956, ha habido ocho avistamientos después de 1965. Una expedición en 1996 en el norte y centro de Durango buscó por esas zonas, pero no encontró ninguna señal. A través del mapeo y análisis del hábitat se cree que ninguna población haya llegado sobrevivir, y a pesar de todo esto, si quedara algún ejemplar, la fragmentación del estado de su hábitat han convertido su situación en la de un pájaro prácticamente extinto. Sin embargo, no puede ser aún considerado oficialmente extinto ya que podría existir la posibilidad de que algunos individuos hayan podido usar hábitats sub-óptimos de bosques regenerados; aun así cualquier resto de población sería demasiado pequeño, y por esta razón se le considera en peligro crítico y posiblemente extinto según la IUCN.
La Foca Monje del caribe (Monachus tropicalis) en el año 1982 se consideraba en peligro y finalmente fue catalogada como extinta en 1996 por la IUCN. En junio de 2008, ras búsquedas y verificaciones de datos, la agencia FEDERAL DE México ha dado por confirmada la extinción de esta especie. Según Kyle Baker (Biólogo de la Administración Nacional Atmosférica), ésta es la única foca extinta por causas humanas.

En Santiago Tequixquiac y San Miguel Tocuila, se han hecho grandes descubrimientos en cuanto a material fósil se refiere, aunque con el paso del tiempo la tierra y la vegetación han sepultado restos de hombres y animales que posteriormente y de forma casual han sido encontrados.

México es una zona rica en fauna fósil, se han encontrado restos y material óseo de grandes mamíferos como glyptodontes, tigres dientes de sable, osos, equinos, camélidos y mammuts, por lo que muchas personas poseen muestras de ello en sus casas, actualmente hay un pequeño museo, abierto al público, al que se le ha llamado “Temoatzin” que significa curiosito. Todos los animales prehistóricos tienen una antigüedad de menos de 40,000 años.11 12

En le museo nacional de antropología e Historia se exhiben piezas de la prehistoria en México, así como un caparazón de gliptodonte y varios huesos de mammut hallados en el Tajo de Tequixquiac y otras zonas cercanas como Taxdho y El Refugio. En México existen otras piezas como el cráneo de un protorohippus o caballo montés y algunas réplicas de huesos exhibidos en varios mueseos del país y del mundo que se hallaron en San Miguel Tocuila.