LA MAGIA EL MUNDO DE LA ABEJA

Las abejas, son insectos himenópteros pertenecientes a la superfamilia Apoidea. Se trata de un linaje con más de 20.000 especies conocidas. Al igual que las hormigas, las abejas evolucionaron a partir de avispas, miembros de la familia Crabronidae y depredadores de insectos. Es posible que las primeras abejas se hubieran alimentado del polen que cubría a algunas de sus presas y que, gradualmente, hubiesen empezado a alimentar a sus crías con polen en lugar de insectos.

En la actualidad, todavía quedan muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes, excepto en la Antártida. Están en todos los hábitats donde hay plantas con flores y se

adaptan para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como material energético.

La especie mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada “abeja”; esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos; sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, que no forman enjambres. Existe también un número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias; por ejemplo, los abejorros. Estas colonias no llegan a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.



 Anatomía


La abeja tiene el cuerpo rayado de negro y amarillo y está recubierto de pelos amarillos.

En las abejas se dan 3 castas, la reina, las obreras y los zánganos. Cada miembro de la casta tiene una función específica descrita a continuación:

Las obreras se encargan de recoger el polen y el néctar de las flores, de alimentar a la reina, a los zánganos y a las larvas y de mantener la colonia en buenas condiciones (construcción de celdas y limpieza). Las obreras disponen de una estructura especial en las patas para transportar el polen y de glándulas segregadoras de cera.
La reina y los zánganos tienen una función reproductiva muy importante. La lengua de las obreras es mucho más larga que la de las reinas para hacerse con el néctar de las flores.

Los zánganos no tienen aguijón como las abejas obreras. Cuando una abeja pincha con su aguijón a un animal o a una persona, el gancho que tiene cerca del aguijón queda retenido en la piel y consigue hacer que se desgarre la glándula del veneno.

 Polinización


Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores o magnoliófitas. Se calcula que la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas.

La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos tipos: escopas o corbículas. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de plantas, otras son generalistas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies, largos vuelos de hasta 12 km.
Las colmenas han proporcionado a los hombres miel y cera de abeja desde hace mucho tiempo. Este uso comercial ha desarrollado la industria de la apicultura, aunque muchas especies siguen viviendo en la naturaleza.

Las colonias de abejas son sociedades permanentes ya que sobreviven al rigor invernal gracias a sus reservas de miel que producen durante el resto del año. El panal de las abejas está constituido por celdas de forma hexagonal que le dan una gran resistencia. Las abejas son insectos sociales y colaboradores que viven en las colmenas, donde existen tres castas. Las únicas abejas que normalmente podemos ver son las obreras, hembras que no están desarrolladas sexualmente y que buscan alimento (polen y néctar
Colmena de abejas

Reproducción de las abejas
de las flores). Éstas construyen la colmena, la protegen, la limpian, hacen correr el aire batiendo sus alas y realizan otras muchas tareas para la comunidad.
El trabajo de la abeja reina es sencillo: pone los huevos que constituirán la nueva generación de abejas. Normalmente no hay más que una abeja reina en una colmena. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina

fértil. Las reinas también ponen orden en el trabajo de la colmena desarrollando productos químicos que guían el comportamiento de las demás abejas.

Los zánganos son la tercera casta de las colmenas, y son machos. En cada colmena viven cientos de zánganos durante la primavera y el verano, pero son expulsados en invierno, cuando la colmena adopta una forma de vida más austera.

Las abejas viven durante todo el invierno de la miel y el polen almacenados, manteniéndose juntas para conservar el calor. Las larvas también se alimentan en invierno de los productos almacenados y, al llegar la primavera, viven un nuevo enjambre en la colmena.





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